Así se titula un artículo escrito por Marcos S. Álvarez en Asturias Liberal. Es, a mi juicio, acertadísimo. Sobre el mismo no hago más comentarios, pero con vuestro permiso, lo transcribo entero tras estas líneas. Asturias Liberal, es un medio excelente, en donde hay artículos magníficos. En la columna lateral, encontraréis el enlace que os llevará allí.
DE LA LOGSE A HITLER
por Marcos S. Álvarez el 11 Abril, 2005 - 11:40 Piensa en Liberal
Somos los últimos de la OCDE en materia educativa. A pesar de contar con superior financiación a la de Polonia o Finlandia, por ejemplo, nuestros estudiantes consiguen peores rendimientos escolares. Eso dicen los informes. ¿Dinero mal invertido? No lo crean: depende de los objetivos que se persigan.
Pues bien, ante esta situación, la derecha entontecida se limita a echarse las manos a la cabeza y gimotear que esto es un fracaso. Una vez más, no comprenden nada. Señores: no es fracaso, es todo un éxito, que los socialeros son malvados, pero no tontos. Están consiguiendo lo que querían. Desde el ministro Maravall, aquel que empezó distribuyendo el Libro rojo del cole por los años ochenta, hasta hoy, con el aprobado general y el profesorado contra la pared (excepto los barbas del Partido, que esos están ahí muy a gusto de comisarios rojos del proyecto), los planes (contra)educativos siguen su marcha imparable. Ni siquiera dos gobiernos del PP, uno con mayoría absoluta en la cámara, tuvieron el coraje de enfrentarse a la avalancha.
El objetivo es: crear un nuevo tipo humano. Ignaro, influenciable, acrítico e irresponsable. Luego veremos por qué y para qué. Se sabe que los resultados de una política educativa se ven a los 10-15 años. Suficientes para crear skin heads..., en vez de ciudadanos. Una vez más: libertad, ¿para qué? No necesita libertad el especimen que se proponen engendrar. Acostumbrado a la libertad lúdica de la escuela, a la concepción de la enseñanza como perpetuo recreo, o a la bendición de los novillos como derechos fundamentales del alumno, el zombie que parirá esta estrategia será díscolo y antiautoritario. De por vida. Siempre recordará los buenos tiempos “liberales” del PSOE, y no se conformará con menos. ¿Y quién enderezará el arbolito cuando alcance el perímetro de un sequoia? No el PP. Eso seguro.
¿Qué pretenden? Veámoslo. La socialdemocracia no es más que la forma política de transición que conduce, bien al comunismo, bien al nazismo, sin que sea del todo previsible cual de esas variantes prevalecerá. Incluso es posible la confraternización entre ellas. O el choque: fuerzas del mismo signo... En cualquier caso, ambas formaciones requieren de un ejército de humanoides similar para sacarlo a la calle cuando haga falta intimidar a la oposición: violento, airado e irracional. A esta recua se la enciende siempre de la misma manera: propaganda y chivo expiatorio.
La máquina goebbelesiana lleva funcionando a pleno vapor hace ya muchos años. La prensa propia, instalada en la mentira y el insulto. Y la otra, completamente infiltrada: tómese el suplemento cultural del ABC y lean allí a la plana mayor “cultural” de la progresía pesoera : García Posada, Pozuelo Yvancos, García Cárcel... O el inocente articulito de hoy garrapateado por Julio Aróstegui en el mismo diario, hablando del “significado profundo y siniestro de tan faraónica como discutible obra de arte” (el Valle de los Caídos). ¿Quieren más pruebas? Copados estamos, Roque.
Luego están las radios, las televisiones. Idéntica halitosis. Desde la banalización de la vida hasta el pansexualismo distractor, o el “realismo sucio” de ciertos programas nocturnos escenificados por estrellas de la procacidad y la purulencia remuneradas megamillonariamente... Por cierto, que nada sería de extrañar que esas lumbreras de la noche tengan invertida su incalculable fortuna en la Bolsa de Nueva York..., tal vez en la industria del armamento, o similares. ¿Pagarán el 0,7% para el Tercer Mundo? Mucho dinero nos parece...
Y el chivo expiatorio. Se trata de crear una masa humana, desde la escuela, absolutamente ingobernable. Pero no menos reivindicativa y exigente. Una masa humana acostumbrada a reclamar “derechos”.Es decir, típicamente izquierdista. Y a acudir a la violencia con facilidad, sobre todo si se la estimula adecuadamente, si se la bombardea sin descanso con la foto del culpable. Pues si gobierna el PSOE y hunden la economía, empeora la inflación y crece el paro (a causa del saqueo y el despilfarro), entonces se acusa al capitalismo, a la derecha, a la banca, a los empresarios, a los ricos... de todos los males que ellos producen. Y si gobierna el PP, un partido que promueve los “antipedagógicos” principios de responsabilidad, esfuerzo y trabajo, entonces el cordero sacrificial será algo más que un ectoplasma regurgitado por los ideólogos del progresisimo: contra él irá el molotov de todas las acusaciones. Así se hace ingobernable un país.
¿Ingobernable también para el PSOE? No. Sólo para el PP. Le vaya bien a la derecha o le vaya fatal al nazionalsocialismo, siempre sabrán ellos neutralizar/enardecer a las masas, según convenga. Recuérdense los aullidos del Prestige y la rastrera mudez cuando El Carmelo. No hay nada que hacer.
¿Y si alcanzaran por fin el poder total: revolución, priismo, populismo armado...? ¿Cómo se aplaca a la masa ingobernable que han creado, una vez exterminado políticamente el chivo expiatorio? No se la aplaca, se la anula. Terror policial, control social absoluto, silencio en las aulas. Es lo que mejor se les da.
Así pues, el proyecto educativo rinde este dividendo: fascismo. Siempre a su favor. Nada les importa llevar a la ruina a un país ni laminar las libertades. Les basta con el dominio, con el poder total. Siempre recordaré esta imagen que los retrata, a estos y a todos los socialistas, de hoy y de siempre:
Últimos tiempos del régimen comunista en Albania. Un mundo mísero, polvoriento, sin esperanza, gris. Gente a pie; miedo; alpargatas; alguna bicicleta; calles sin empedrar. Un bulevar. Al fondo, palacio del gobierno en Tirana, el más antioccidental de la época... Y veinte Mercedes “occidentales” allí aparcados. Negros, ostentosos, relucientes... Del pesoe local. Amén.
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