viernes, noviembre 23, 2007

Carina Mejías responde a García Domínguez



¡He de confesarlo! siento debilidad por esta mujer. Carina Mejías Sánchez (la imagen de arriba, a la izquierda) es la nueva portavoz del Partido Popular en el Parlament de Catalunya, en sustitución de la "mano derecha" de Josep Piqué, Francesc Vendrell. Al igual que quien ahora (y de modo provisional) dirige el Partido Popular en Cataluña, Daniel Sirera, es una cara nueva -aunque para quienes militamos en el PP sobradamente conocida- a mi juicio capaz de ilusionar de nuevo a los votantes del Partido Popular para que, superado el aciago "Periodo Piqué", vuelvan a confiar en él. Tiene mi misma edad (43 años) aunque no exagero si digo que mucho mejor y bellamente soportados que quien os escribe, sobradamente preparada e inteligentísima como todas las mujeres del PP y con unas ideas muy claras de lo que ha de ser la nueva política de nuestro Partido en esa zona tan difícil como es España. Tan claras son, que se ha permitido responder al mismísmo José García Domínguez en el artículo publicado por Libertad Digital y titulado: "Por la boca muere el pez" y con una contundencia que deja fuera todas las dudas. Podéis leerle en su blog o en Libertad Digital que ha publicado su réplica.
Y ahora... permitidme que dé mi modesta opinión. Pretender que haya opciones más válidas que el Partido Popular en Cataluña por el solo motivo de utilizar más a menudo el castellano en el Parlament de Catalunya, pero obviando totalmente su inclinación izquierdosa y los tremendos conflictos internos que tiene ya esa formación a pocos meses de haberse puesto en marcha... pues me parece un ejercicio gratuito de irresponsabilidad política. En las próximas elecciones nos jugamos mucho; muchísimo más de lo que en Democracia nos habíamos jugado nunca. Está en juego la continuidad de España como Nación, y la negociaciones con los terroristas.
Por su interés, os pongo a continuación y entera la respuesta de esa brillante política:

Cuerpo a Tierra, que vienen los nuestros
Señor Domínguez, leo su artículo titulado Por la boca muere el pez y rápidamente me viene a la memoria una frase que hizo popular Pío Cabanillas: "Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros."

Agradecemos el favor que nos otorga al hacernos protagonistas de su escrito, pero no hay nada peor para un cronista que la falta de rigor. Por eso me permito contestarle, no a modo de justificación, sino para evitar que en el futuro caiga de nuevo en errores, al verter criticas fáciles, contra el PP catalán.

Falta a la verdad, cuando afirma que no usamos el castellano desde la tribuna. Testigos hay de mis intervenciones. El señor Manuel Pizarro, el señor Luís Atienza y el profesor Javier Elzo, han sido mis interlocutores, puede preguntarles a ellos.

De la misma manera, puede buscar publicaciones de etapas anteriores y difícilmente encontrará una intervención en castellano. Eran otros tiempos.

En el ejercicio de mi libertad, y al amparo de los derechos que me otorgan las leyes y el reglamento de la cámara catalana, en mis intervenciones parlamentarias uso la lengua que más me place, generalmente en función del interlocutor y así seguiré durante toda la legislatura en la que miles de catalanes han depositado en el Partido Popular, su confianza para que les represente y defienda sus intereses. Para eso, entre las aportaciones al programa nacional, el PP de Cataluña aportó la idea de elaborar una ley en defensa del uso de la lengua común de todos los españoles.

No se engañe, las ideas pueden defenderse en muchas lenguas, y las necedades afirmarse en varios idiomas, ejemplos tiene la historia.

Cómo puede ver, ya nos hemos espabilado, por nuestro bien y el de nuestras generaciones futuras, ahora necesitamos la mayoría suficiente para ponerlas en práctica.

Quisiera pedirle que no nos haga más favores, ahórrese sus críticas gratuitas, infórmese, busque, compare y como no encontrará nada mejor, vótenos Señor Domínguez, en catalán o en castellano.

Dice Usted que le evocamos el recuerdo de las rancias escenas de una película de Buñuel, no me reconozco en ellas.

A mí, su escrito me trae a la memoria el estribillo de una bonita canción de La Unión:

Dónde estabas, en los malos tiempos, cuando ni gritando conseguí hacerme oír la voz.
¿Dónde estabas? Dímelo o como el viento, olvidas con facilidad...










Powered by ScribeFire.