domingo, octubre 21, 2007

Cumbre en Annapolis

Annapolis no es simplemente una ciudad de alrededor de 35.000 habitantes; ni la cito tampoco por ser la capital del Estado de Maryland. Posiblemente, ese nombre pueda determinar la última esperanza de conseguir la paz en una zona tan castigada como Oriente Medio.

El próximo mes de noviembre, habrá una Cumbre del más alto nivel entre Israel y no se sabe bien quien. Porque... tras los sucesos entre Al Fatah (el "Partido" heredero de toda la corrupción urdida por Arafat) y Hamas (el "Partido" que se ha demostrado capaz de tomar el control de Gaza cuando así se le antoje), no se sabe si realmente quien manda en Gaza es Abbas (a la izquierda) o Haniye (a la derecha).
¿Qué le espera a Israel, tras esa Cumbre? pues seré sincero... mi opinión coincide exactamente con la de Cruzcampo, expuesta en uno de los magníficos blog's en los que colabora. ¿Qué podrán "ofrecerles" a los maestros de la Yihad y la Intifada que no se les haya ya ofrecido con anterioridad? ¿la división de Jerusalem? ¿se conformarían con eso los "moros"? Peliagudo el tema; cualquier concesión será considerada por esos individuos anclados en el Medioevo como un signo inequívoco de debilidad de Israel.

Aún pudiendo comprender que desde algunos sectores pueda parecer una solución digna... permitidme que deje constancia de mis impresiones. Por si alguien no se ha dado cuenta... CUALQUIER guerra perdida representará ser para Israel la última. España ha perdido muchas guerras, y sigue existiendo como Nación. ¿Alguien en su sano juicio puede imaginar la supervivencia de Israel tras ser derrotado en una contienda? esa es la razón por la que, creo, que ha de mostrar a sus enemigos -y hasta que no deje de educarse en el odio a los niños palestinos, como tales ha de considerar a sus mayores Israel- una férrea determinación. Firmeza.

Y para quien crea que no puede haber solución al tema... reproduciré unas palabras de mi ya con anterioridad mencionado amigo Cruzcampo, las cuales en conversaciones privadas hemos repetido muchas veces. Es de una sencillez pasmosa, si se tiene voluntad, solucionar el problema de esa zona:
que Occidente apoye a Occidente




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