Pachie se fué
Al final a ese cuerpo envejecido de luchador no le ha quedado más remedio que dejar escapar a ese alma jóven que aprisionaba; al final, amigo Pachie, puedes volar en paz. Y aunque quienes quedamos aquí abajo, en este triste paraíso de los mortales al que, inexplicablemente, tanto adoramos lloraremos tu ausencia, hemos ganado un valedor allí junto al Altísimo que velará por todos nosotros. Me permito la licencia de tomarle prestada a Maggie una foto maravillosa con la que terminar este post:
Y como he dicho ya por otros lares: espero ser digno de estrechar tu mano allí arriba donde estáis los justos y temerosos de Dios, cuando inevitablemente me llegue la hora de rendirle cuentas de mi breve estancia en la Tierra.
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