lunes, mayo 09, 2005

Los Socialistas en la "Dictablanda"

Francisco Alamán Castro ha escrito este artículo en Asturias Liberal. Como lo considero muy interesante, os lo pongo aquí enterito.

SOCIALISTAS y DEMOCRACIA EN ESPAÑA (II). PRIMO DE RIVERA
por Francisco Alamán Castro el 9 Mayo, 2005 - 19:33 Historia

Voy a retomar la ejemplar historia de los socialistas españoles en el correr de los tiempos.En un articulo anterior, hace ya tiempo (13-9-04), conté a mis sufridos lectores de Asturias Liberal, espero que aun me quede alguno, las andanzas del PSOE en la Restauración.Vista la andadura, democrática sin duda, de los socialistas españoles en aquella época. Sigamos su ejemplar caminar por aquellas sendas sin mácula en Dictadura.Citaré casi exclusivamente a personajes de izquierda y a señaladamente antifranquistas.Como me suelen reñir a menudo por lo que escribo, advierto que yo solo copio, no me considero capacitado para inventarme la Historia, como tan frecuentemente hace nuestros republicanos de pro, véase Arias Argüelles-Meres, Prendes Gabriel Santullano y otros fantásticos historiadores, mi limitada inteligencia no da para tanto. Si hay que pedir explicaciones ruego se haga a los copiados. A mi que me registren.
Se subleva Primo de Rivera (13-9-23).
“Los socialistas accedieron a colaborar y la UGT… pareció que se iba a convertir en una especie de sindicato oficial… por primera vez los bancos se interesaron en el desarrollo… Era una época de planes maravillosos… se inició el gran proyecto de conducción de aguas… del Ebro y del Duero… se construyeron enormes estadios… la… industria ligera tuvo un buen momento… consiguió cerrar la herida de la guerra de Marruecos”. H. Thomas, La guerra civil española, Grijalbo, Barcelona, 1976, p.47
Cuenta Tamames, cuando todavía era rojo: “No hubo ejecuciones políticas durante los seis años y medio que duró… su pronunciamiento fue bien acogido por intelectuales como Ortega… que consideraba que las enfermedades de España requerían un "cirujano de hierro"… un ambicioso programa de obras públicas (pantanos, vías férreas, electrificación rural y carreteras dio a la Dictadura un aire de prosperidad… tanto la producción como el comercio aumentaron en un 300%”. R. Tamames, Estructura económica de España, Madrid, 1969, p. 203
Al principio de la Dictadura: “los anarquistas… eran más numerosos que los socialistas”. H. Thomas, La guerra civil española, Grijalbo, Barcelona, 1976, 62.
El PSOE (22-9-23) permite a sus concejales y diputados que colaboren con las nuevas corporaciones locales de la Dictadura. Ricardo de la Cierva, Historia del Socialismo en España, 1879-1983.
Llegaba a la estación del Norte Manuel Llaneza (1-10-23), dirigente de la UGT de Asturias… a entrevistarse directamente con Primo de Rivera… el 29 de noviembre, se recibía en la Casa del Pueblo de Madrid la visita,… del duque de Tetuán, entonces gobernador civil, quien salió de la casa obrera deshaciéndose en elogios sobre la misma…. La cuestión que se planteó… fue la de si Largo Caballero debía o no aceptar un puesto en el Consejo de Estado… la Ejecutiva decidió que era asunto de la incumbencia de la UGT… Largo Caballero tomó posesión de su cargo … el 25 de octubre de 1924. La cuestión se volvió a plantear en el Comité Nacional del PSOE, que aprobó la participación por 14 votos contra 5”. F. Díaz. Plaja, La España política del siglo XX.
Largo Caballero es nombrado Consejero de Estado en la Gaceta del 14-10-24, cargo que ostentó hasta el año 29 en que cayó Primo de Rivera.
Los dirigentes socialistas aceptaron las propuestas de general... en todo momento reconoció la legalidad de la UGH.
La noche de San Juan de 1926. Hay un pronunciamiento (la Sanjuanada), principalmente militar pero con el apoyo de republicanos y liberales, entre ellos Azaña, convenientemente escondido para que no se le notase, otra cosa hubiese sido si hubiesen ganado, seguro el primero de la fila, como en el 31, ya es de todos conocido su gran valor.
Primo lo arregla, con gran cabreo de los afectados, poniéndoles una multa. Y publica una nota oficiosa: “En otros países la dictadura se impone con violentos castigos… La que España ejerce… ha resuelto acudir al sistema de multas que, por su benéfica aplicación, ni aun el caso improbable de error produciría daños de inmediata y consoladora compensación”. JS. Vidarte, No queríamos al rey, Barcelona, Grijalbo, 1977, p.225. Choca esta conducta con la de los socialistas y Azaña durante la República. En los varios alzamientos anarquistas que hubo la represión fue feroz e indiscriminada.
La CNT (anarquista, casi con el doble número de afiliados que la UGT), vio deshechos sus cuadros, reducidos al mínimo sus militantes... Bajo la protección dictatorial, el PSOE y la UGT aumentaron enormemente sus efectivos- el incremento de la UGT llegó tal vez a cien mil, el socialismo español, en cada vez más estrecha colaboración con el Gobierno, se convertía en el gran representante del proletariado de cara al futuro. Evidentemente al PSOE, según ahora nos cuentan, nunca le gustaron las dictaduras. Se suprimieron hasta los sindicatos católicos. No hay noticias de que los socialistas protestasen.
El líder asturiano de la UGT Manuel Llaneza, apoyado por Primo, con el que se reunía con frecuencia, inició la primera experiencia de socialización en España (1-2-27): La mina San Vicente, regalo del Dictador, administrada por el SOMA, con Amador Fernández como gerente, y Belarmino Tomás como director de trabajos. La gestión fue un éxito social y económico. Se rubricó en el Consejo de Ministros extraordinario celebrado en Oviedo, en agosto del 29, por tal motivo.
En el XII congreso del PSOE (16-6-28) triunfó la línea colaboracionista con la Dictadura por 5.388 contra 740 votos.
Esta colaboración fue duramente criticada por Prieto, que estuvo en completa inferioridad en el Congreso. Dimite de la Comisión Ejecutiva y dice en el Congreso: “el peligroso paso de autorizar a un miembro tan significado en el partido como Largo Caballero para que acepte un nombramiento de la corona y se allane a colaborar con el Directorio”. No le hicieron ni caso. I. Prieto, Textos Escogidos, Junta General del Principado de Asturias, 1999, p. XXXIII-IV-V.
Primo de Rivera (1929) aprueba el canon del carbón extraído, en beneficio exclusivo del único sindicato admitido el SOMA. La Nueva España, Oviedo, 20-1-03. 0,25 cts. por tonelada extraída.
A cargo de los presupuestos del Estado se construyen la mayoría de las Casas del Pueblo de Asturias. La de Mieres había sido construida antes, regalo del último gobierno monárquico de la Restauración. Se hace el Orfelinato Minero con cargo a los mismos fondos, luego sería el Orfanato Minero institución modelo para la época. El señor don Francisco Prendes Quirós del Ateneo Republicano de Gijón, afirma con rotundidad, que todo lo anterior, fue realizado con las cuotas de los afiliados socialistas. Hay que reconocer que don Francisco es la mar de optimista, que Dios le conserve su optimismo, es buena cosa, no sabe lo que le envidio..
Cae la Dictadura (28-1-30). Había sido apoyada por los socialistas con gran entusiasmo. El PSOE participó en los organismos siguientes: Consejo de Estado, Consejo Interventor de Cuentas, Consejo del Trabajo, Comisión de Corporaciones del Ministerio de Trabajo, Comités Paritarios, Oficina Internacional de Ginebra, etc. Se opuso Prieto pero Largo, Besteiro, Saborit y resto de líderes desrtacados del partido la apoyaron con gran entusiasmo.
Durante la Dictadura las declaraciones socialistas eran sabrosas: Condenaban “el sabotaje, el boicot y la huelga de brazos caídos”.
“La transición de un régimen a otro se está realizando de modo imperceptible a medida que los trabajadores elevan su inteligencia y la burguesía va declinando”.
“Los socialistas y los obreros quieren también una Patria grande”.
“Ha pasado el tiempo de la acción directa”.
Parecían, tal cual, de la Unión Patriótica de Primo de Rivera. Pero en exagerado.
Aprovecharon la ocasión para cargarse a la CNT anarquista, sindicato mucho más importante que la UGT hasta la llegada de Primo, con casi el doble de afiliación que la UGT. A la que persiguieron con enorme encono. JM. García Escudero, Historia política de las dos Españas, Madrid, Editora Nacional, p.809-12. Largo Caballero, Correspondencia secreta, M. Carlavilla, Madrid, Nos, 1961, p.99.
No obstante los socialistas, en República, en nombre de la democracia, juzgaron y condenaron a los ministros de la Dictadura, con los que con tanto afán y beneficio habían colaborado.
“¿Cuál fue el resultado efectivo de la política económica y social de la Dictadura sobre el nivel de vida de la clase obrera?… esta se vio beneficiada, sobre todo desde el punto de vista de la estabilidad de empleo… y a través de las mejoras indirectas producidas por la extensión de la seguridad social(como se ve esto de la SS. no es cosa de izquierdas)… Cuando el Instituto de Reformas Sociales se convirtió en Consejo de Trabajo sus vocales obreros socialistas pasaron a él y, ampliado el Consejo de Estado, pasó a formar parte de él… Largo Caballero, elegido por los miembros de su partido que figuraban en aquel”. J. Tussel, La España del siglo XX.
El sindicalismo católico, también perseguido, lo poco que hizo fue protestar contra “el injusto monopolio” en la Dictadura.
“Para los opositores a la Dictadura constituyó <> las escasas dificultades encontradas por Primo de Ribera con los movimientos obreros… en efecto, a partir de 1.923 el numero de huelgas disminuyó de una manera vertiginosa alcanzando unas cotas mínimas…”. (Estos chicos se asombran por cualquier cosa).
“Lo más espectacular de las relaciones entre los movimientos obreros y la Dictadura fue, desde luego la colaboración del partido socialista, que le fue muy reprochada por los sectores del sindicalismo anarquista y que resulta difícil de entender si se parte de premisas simplistas acerca de lo que fuera el régimen de Primo de Ribera”. Que cara dura tiene este tío, las premisas simplistas eran que Primo se cargó a todos los demás e hincho de dinero al SOMA-UGT, ambas cosas le venían de miedo al PSOE, que animó y ayudó al Dictador con gran entusiasmo a cargarse a todos, como luego ayudó y animó, durante la guerra, con el mismo entusiasmo al PCE, a cargarse a los trotskistas y anarquistas pero esta vez más en serio pues los asesinaron a casi todos. Si Franco hubiera tenido las mismas premisas simplistas, ahí hubiese estado el PSOE como un jabato.
“Llaneza desde comienzos de la Dictadura estuvo en estrecho contacto con Primo… se llegó a a hablar de él para… Ministro de Trabajo”. J. Tussel, La España del siglo XX. p.124.
Berenguer había sustituido a Primo a principios del año 1930. Al final del año Prieto había buscado y logrado radicalizar al PSOE y la UGT, minando a los moderados Largo y Besteiro, por entonces partidarios de una evolución pacífica. Maura opinaba que “eran los socialistas quienes tenían en su mano la suerte de España en esa hora y, más tarde la de la República”, debido a que Largo logró articular una fuerza social y política enorme durante los seis años de favor dictatorial… el PSOE resultaba ser el único verdadero existente en toda la nación y la UGT… agrupaba a la inmensa mayoría de los trabajadores españoles. Frente a esas fuerzas… nada había, absolutamente nada en el campo monárquico… Prieto enarbolando la bandera de la revolución y de la violencia, ponía al socialismo en trance de crisis honda, pues era indudable que las masas se sentirían atraídas irresistiblemente por la postura del famoso líder”. Maura, Así cayó Alfonso XIII, Barcelona, Ariel, 1995, p.73,59.
Se cocina el Pacto de San Sebastián por los republicanos. Los socialistas se adhieren sin demasiado entusiasmo. Las ejecutivas del PSOE y UGT se reunieron, para aprobar su participación en el golpe republicano contra Berenguer. “Saborit apoyado por Besteiro propuso que se retirara la representación del Comité revolucionario, ya que tratándose de proclamar una república burguesa, la clase trabajadora nada tenía que hacer allí”. Largo opinaba: “consignaba como su primera aspiración la de implantar la República… pero establecida como estado transitorio”. Ganó Largo, éste apostilla: “Nunca he creído que la república burguesa pudiera ser la panacea para curar todos los males del régimen capitalista”; pero la consideraba como “una necesidad histórica. Desgraciadamente, muchos trabajadores la consideraban imprescindible… para llegar al fin de sus ideales…Una experiencia de la república burguesa les convencería de que su puesto de lucha estaba en el PSOE para la transformación del régimen económico”. Largo Caballero, Correspondencia secreta, Carlavilla, Madrid, Nos, 1961, p. 99-101.
Organizada por los conjurados de San Sebastián estalla la intentona republicana de Jaca (12-21-30).. Los civiles organizadores de la misma fueron tratados con toda consideración, cuenta Maura: “Resultó que fuimos a la cárcel los que nos dejamos detener. Cuantos se propusieron no ir, se libraron del percance, o, por mejor decir, de la fiesta… cuando recuerdo en la forma en que fuimos tratados los presos de 1930 en la cárcel casi siento vergüenza… A las siete de la mañana –domingo-, cuando aún dormía, comparecieron en mi casa dos policías que, correctos y respetuosos, mostraron su deseo de verme. Me levante y bajé al despacho. Muy amablemente, me notificaron que venían a buscarme para conducirme a la cárcel Modelo. Me tomé el tiempo necesario…”.
Largo y Fernando de los Ríos se presentaron voluntarios al juez militar, este los mandó a casa, nos cuenta Largo: “Aquella tarde el ayudante de General se presentó vestido de paisano… y, muy cortésmente, nos condujo en su auto a la cárcel Modelo”
Nos cuenta Largo: “Por las tardes cientos de simpatizantes iban a estrecharles la manos… la comunicación con el exterior era sumamente libre, y las tareas conspirativas no sufrieron interrupción”.
Prieto y los que quisieron huyeron del país. Se ocultaron los que quisieron, sin que nadie hiciese nada por encontrarlos. F. Largo Caballero, Escritos de la República, Madrid, Pablo Iglesias, 1985, p.. 18.9. F. Correspondencia secreta,. M. Carlavilla, Madrid, Nos, 1961, p.105.6. Choca con la conducta de los socialistas en la Sanjurjada, de agosto del 32, qué impusieron las penas más severas. Al general Sanjurjo lo condenaron a muerte y se opusieron con todas sus fuerzas a que fuese indultado. Le hicieron vestir el traje a rallas de los presidiarios. Montones de presuntos colaboradores de golpe, fueron deportados al Sahara, si formación de causa alguna, la mayor parte de ellos no habían participado para nada.
La próxima vez trataré del exquisito comportamiento democrático de los socialistas en la muy demócrata II República española.